"Intentamos mantener el espíritu de refugio de montaña donde se disfruta un ambiente especial, de relajo y de sintonía entre esquiadores que se reencuentran, comparten sus experiencias y regresan año tras año".
“Portillo es, ante todo, un lugar donde gozar del esquí. De todos los rincones del mundo han llegado aventureros por más de un siglo a poner a prueba sus habilidades en estas montañas. Todos vienen con el mismo espíritu a disfrutar del desafío y del encanto de este lugar”.
“El objetivo por el que trabajamos día a día en Portillo es que cada huésped tenga una experiencia llena de variedad: en condiciones de nieve, actividades, accesibilidad y de nuevos y viejos amigos.”
En 1887, se comenzó la construcción de un ferrocarril que cruzara los Andes a través del Paso de Uspallata, conectando a Chile con Mendoza. Entre los ingenieros, había tres noruegos, que realizaban estudios de invierno, trabajando sobre sus esquíes. Durante las obras, esquiar era una práctica bastante común para trasladarse y, sin duda, para divertirse. Después de la inauguración del ferrocarril en 1910, esquiadores recreativos lo usaban como andarivel entre Caracoles y Juncal, cruzando lo que ahora es el centro de Ski Portillo. Por lo tanto, el Ferrocarril Trasandino fue el primer andarivel en Chile.
A finales de los años 30, algunos esquiadores y aventureros llegaban hasta Portillo para disfrutar de la montaña. Una pequeña cabaña conocida como “Hotel Portillo” era usada como alojamiento, nombre que permaneció con la construcción del edificio que conocemos hoy. El hotel fue inaugurado en 1949, con 125 habitaciones. Después de algunas complicaciones, en 1961 el Estado de Chile decidió privatizar el hotel, siendo una de las primeras empresas estatales vendida al sector privado en la historia del país.
En 1961, Portillo fue comprado por dos norteamericanos: Bob Purcell y Dick Aldrich. Los dos conocían Latinoamérica y habían esquiado en Portillo. Estaban impresionados con su belleza y sus asombrosas condiciones para la práctica del ski. Se dieron cuenta que los Andes chilenos ofrecían grandes posibilidades y decidieron que había que invertir en instalaciones modernas para Portillo. El 15 de julio de 1961, se da inicio a la nueva administración del centro de Ski Portillo. Con la presencia de distinguidos invitados, tanto norteamericanos como chilenos, se abrieron las puertas del hotel y sus pistas.
Durante el primer año de operación de Portillo, los dueños decidieron que necesitaban de un evento deportivo importante para figurar en el mapa del ski mundial. Así, solicitaron ser sede del Campeonato Mundial de Ski Alpino de 1966. Después de muchas negociaciones, las carreras fueron otorgadas a la Federación de Ski de Chile y a Portillo. Había mucho que preparar para el evento, por lo que se pusieron manos a la obra y se fijó agosto de 1965 como fecha para una carrera pre-campeonato.
A un año del Campeonato, un tifón proveniente del Pacífico impactó el continente con vientos de hasta 200 kph. En la montaña cayeron cantidades despiadadas de nieve y avalanchas arrasaron con casi todos los andariveles recién instalados. Equipos de ski, que se habían reunido para la carrera pre-campeonato, quedaron atrapados en Portillo y, cuando mejoró el tiempo, tuvieron que salir esquiando hasta la estación de tren más cercana, a 32 kilómetros de distancia. A pesar de la preocupación de la FIS, Bob Purcell aseguró que reconstruiría el centro de ski y sería sede del Campeonato Mundial.
Tras inmensos esfuerzos de reconstrucción del hotel y las pistas, Ski Portillo estuvo listo para ser sede del primer Campeonato Mundial de Ski en Latinoamérica. En agosto de 1966, el presidente de la FIS, junto al presidente chileno, Eduardo Frei Montalva, inauguraron el evento mundial. La naturaleza, después de haberse portado tan mal en 1965, dio su bendición al evento con días de sol brillante, tiempo frío y condiciones perfectas de nieve. El campeonato fue un éxito y los esquiadores del mundo vieron en Portillo la oportunidad de competir y entrenar más allá del invierno en el hemisferio norte.
La primera versión de la prueba del kilómetro lanzado en Chile se realizó el 1956 en Portillo, donde esquiadores querían probar la velocidad máxima que podían alcanzar sobre sus esquíes. La marca más alta era de 168 kilómetros por hora, récord que fue quebrado en 1978 por el norteamericano Steve McKinney, quien fue la primera persona en superar los 200 kilómetros por hora, estableciendo un nuevo récord mundial.
La escasez de nieve ha complicado a centros de ski de todo el mundo en ciertas temporadas. Para paliar la falta de nieve natural, en 1994 Portillo instaló las primeras máquinas de fabricación de nieve en Sudamérica. A pesar de la desconfianza inicial de algunos esquiadores, al poco tiempo la nieve fabricada resultó ser tan buena como la natural.
A mediados de los años 90, Mike Rogan viajó hasta Portillo para dirigir la Escuela de Ski. Con más de una década persiguiendo la temporada de invierno en el hemisferio norte y sur, Mike introdujo los nuevos esquís y técnica moderna a los instructores y huéspedes de Portillo. Hoy, Mike se desempeña como Gerente de Operaciones de este centro de Ski en Chile
En 2019 se cumplió un gran hito en la historia de Portillo, celebrando sus 70 años de operación. Han sido siete décadas de grandes logros, diversión y pasión por la montaña y el ski. Muchos de sus colaboradores históricos aún esperan a los huéspedes cada temporada, buscando crear nuevos recuerdos que quedarán para siempre en sus memorias.
Temporada 2025: Junio 21 – Septiembre 27
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